Temple al huevo


El origen del empleo de la técnica del temple se remonta a la antigüedad.  Durante la Edad Media su uso se generalizó y perfeccionó, sobre todo en la pintura sobre tabla, usándose también como complemento a los murales pintados al fresco.  Con la aparición del óleo y la difusión de éste en el Renacimiento, el temple fue dejando paso a los empastos y calidades de la nueva técnica, pero siempre ha seguido siendo utilizado para lograr unas obras llenas de luminosidad y delicadeza.

Trabajar con temple al huevo requiere un procedimiento paciente y cuidadoso.  El pigmento hidratado se aglutina con yema de huevo, y se trabaja por medio de finas capas superpuestas.  Es importante dominar la técnica para lograr calidades de luminosidad y transparencia adecuadas a la intención del artista.


Frontal de los Apóstoles s. XII

Paolo Ucello s. XV

Sandro Boticelli s. XV - XVI

Luis Mayo s. XX - XXI
 
  




 

  




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